Licenciado (1988) y Doctor (1994) en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid. Inició su labor investigadora en el IIM en 1989. En 2006 obtuvo una plaza de científico titular del CSIC en el citado centro. Entre 2012 y 2015 realizó su trabajo de investigación en la Universidad King Abdullah de Ciencia y Tecnología de Arabia Saudita, a través de una estancia de investigación.

Sus líneas de investigación se centran en el estudio de la ecología pesquera de especies explotadas (bacalao, fletán, fletán y fletán) pero también de especies costeras y tropicales, con el objetivo último de asesorar sobre el estado de los recursos y las medidas para lograr una explotación. sostenible

En 2018 asumió por primera vez la dirección del IIM, que acaba de renovar para los próximos cuatro años.

[Entrevista original en gallego. Traducida a castellano]


¿Qué te animó a postularte para la reelección como director de IIM?

¡Porque aún queda mucho por hacer! El trabajo del equipo directivo es duro y requiere de mucha dedicación, pero en estos cuatro años hemos logrado mejoras importantes que sinceramente creo que han ayudado a crear un mejor Instituto. Antes de pasar el testimonio me gustaría ver consolidados estos cambios e implementar otros que mejoren aún más nuestro centro y el servicio que brindamos a la sociedad.

El trabajo nunca termina, pero por ahora aún tenemos energía e ilusión para llevarlo a cabo.

¿Qué destacarías del proyecto con el que acabas de ser reelegido?

En relación con la visión del Instituto, lo considero un proyecto con vocación transversal, que busca fomentar las colaboraciones internas y externas de nuestro Instituto para alcanzar todo el potencial de la investigación profundamente multidisciplinar que realizamos. en IIM.

Este programa también busca consolidar este trabajo que iniciamos durante estos cuatro años. Una labor básica, que marcará el camino en los próximos años, y que se traduce en nueva planificación estratégica, nuevas unidades y servicios, nuevas oportunidades de gran calado para impulsar las ciencias marinas gallegas y un renovado compromiso con la sociedad.

¿Qué balance haces de los cuatro años (2018-2022) como director?

No podría estar más satisfecho con el esfuerzo y el arduo trabajo que los miembros del equipo de dirección han realizado a lo largo de estos 4 años.

¿Cuál fue el momento más complejo?

Sin duda, tengo que destacar los meses más duros de la pandemia. Esta tragedia no solo supuso una tensión adicional e inesperada para todo el personal del IIM, incluido el equipo de dirección. También afectó el cronograma y las metas que nos habíamos fijado en 2018.

De la noche a la mañana, prácticamente todo el personal tuvo que quedarse en casa y hacer su trabajo habitual con nuevas herramientas y procedimientos a los que ninguno estaba acostumbrado. Otras personas tuvieron que seguir viniendo a Bouzas por la naturaleza de su actividad, lidiando con el riesgo y la incertidumbre de las primeras semanas.

El equipo de dirección, junto con el equipo de prevención y muchos otros, trabajaron arduamente para desarrollar nuevos protocolos, obtener EPIs, mantener al personal informado y cohesionado, etc. Fue una experiencia traumática pero que, según las encuestas internas realizadas, gestionamos correctamente y que además trajo algunos avances como la normalización del teletrabajo y la digitalización.

¿Cuál dirías que es el mayor logro que ha logrado el equipo directivo en este período?

Por suerte puedo contar varios, unos de mayor y otros de menor profundidad, pero todos importantes.

Lograr superar los peores años de la pandemia con una alta satisfacción del personal es, sin duda, un logro que destacaría, aún más si contamos con que la producción científica del Instituto no cayó en los PCOs anuales. Es un hecho muy notable y un mérito para todo nuestro personal.

En el ámbito más científico, creo que la puesta en marcha del Programa Complementario de Ciencias Marinas de Galicia es quizás uno de los proyectos más ilusionantes. Una auténtica red de colaboración entre todas las instituciones gallegas dedicadas a las ciencias del mar, que hunde sus raíces en lo más oscuro de la tragedia del Prestige, cuando escribimos una carta abierta desde el Instituto reclamando la necesidad de una mayor colaboración institucional en el frente atlántico. Han sido casi 20 años pero ahora, gracias a los fondos NextGeneration EU, el Programa empieza a dar estos primeros pasos y, como director, tengo el honor de liderar la coordinación científica junto con CETMAR y la Universidad de Vigo.

Luego también está, por supuesto, el traslado a una nueva sede en la ETEA, que poco a poco se está convirtiendo en una realidad. A finales del año pasado estábamos revisando los proyectos presentados al concurso de ideas: 38 proyectos, cada uno mejor que el anterior. Proyectos integradores, verdes y abiertos a la comunidad. En este sentido, ahora hay que gestionar la construcción y el traslado para que sea lo más ágil posible y seguir luchando por más financiación de las administraciones, ya que la actual llevaría a dividir el IIM en dos sedes, con la catastrófica consecuencias que esto traería a nuestra producción científica.

¿Qué se quedó "a mitad de camino" y qué debe comenzar ahora?

Queda, por supuesto, estabilizar y consolidar las nuevas estructuras (servicios, unidades estratégicas, etc.) que creamos durante esta primera etapa y seguir desarrollando otros servicios como el área de informática. Solo así podrán seguir contribuyendo a hacer la vida más fácil al personal científico-técnico para que puedan dedicarse a lo que mejor saben hacer, que es la investigación.

En tu primera etapa como director, el equipo estaba formado por cuatro vicedirecciones. ¿Qué destacarías del trabajo realizado en cada uno de ellos?

Efectivamente, contando en detalle, por un lado tenemos la Vicedirección de Investigación, dirigida de principio a fin por la investigadora Eva Balsa Canto. Con ella trabajamos en implementar una nueva estrategia científica y reestructurar la investigación y la innovación en el IIM para aprovechar la alta multidisciplinariedad del Instituto. El trabajo científico que llevamos a cabo se divide ahora en tres grandes Planes Transversales de Investigación e Innovación, que estructuran de forma flexible el trabajo en nueve líneas y sectores. Una conceptualización que ayudará a fomentar colaboraciones entre grupos y departamentos, dos estructuras que creemos demasiado rígidas y estancas. En este ámbito también cabe destacar el papel en la internacionalización y transferencia, la creación del IACIC (unidad estratégica dedicada a esta labor), y el creciente apoyo al personal investigador para poder optar a programas de financiación competitivas como las ERC. .

Contamos también con la vicedirección de Organización, encabezada por Miguel Gil Coto en la primera etapa y por José M. Fernández Babarro en los últimos meses. Su trabajo permitió fortalecer los vínculos institucionales del IIM, especialmente con la Universidad de Vigo, y mejorar la coordinación y gestión de nuestras infraestructuras comunes y recursos de investigación e innovación a través de la creación de la nueva Unidad de Apoyo Científico-Técnico (UACT ).

La vicedirección de Cultura Científica, creada por primera vez en esta dirección y que encuentra pocos equivalentes en otros centros, estuvo dirigida por el investigador Xosé (Pepe) Pintado Valverde. De esta labor, cabe destacar la creación de la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+I) y su acreditación este año por parte de la FECYT. Junto a la IACIC, la UCC+I fortaleció nuestra imagen y conexión con el mundo exterior. El equipo de la UCC+I nos permitió profesionalizar todo el trabajo de comunicación y difusión que se venía haciendo en el Instituto desde hace décadas; sumando a esto una presencia digital mejorada (con nueva web incluida) y la participación en proyectos europeos competitivos, congresos y otras redes colaborativas en el campo de la Cultura Oceánica como la Plataforma EU4Ocean.

El trabajo del Instituto no solo debe ser comunicado, sino que debemos ser capaces de escuchar a la comunidad que nos rodea y saber el impacto real que nuestro trabajo tiene en la sociedad. Ahora tenemos el potencial para hacerlo y ya estamos trabajando en ello, por ejemplo con el inicio de un plan de trabajo específico dentro del Programa de Ciencias Marinas.

Por último, quiero destacar la labor de Jesús (Suso) Mirón como vicedirector técnico. Un cargo que descontinuamos para que Suso pudiera centrarse en la labor de Prevención de Riesgos Laborales que coordinó durante la pandemia, junto a Carmen Piñeiro y otros miembros de la plantilla. De hecho, su buen hacer hace que, a día de hoy, Suso sea el delegado de Prevención de todo el CSIC Noroeste desde su despacho en el IIM.

El nuevo organigrama del equipo directivo tiene cambios. La Vicedirección de Investigación pasa a denominarse Estrategia Científica y Transferencia; se crea la vicedirección adjunta de Organización Institucional (antigua vicedirección de Organización), a la que se incorpora la vicedirección adjunta de Infraestructura y Sostenibilidad. Se mantiene la vicedirección de Cultura Científica. ¿Por qué ese diseño?

Pues porque funciona, ¡y además muy bien! Las cuatro vicedirecciones que me acompañaron en la etapa anterior fueron fundamentales para todo el trabajo realizado, ya que se definen responsabilidades lo que permite que el resto del equipo se reparta el trabajo.

Los cambios de nombre obedecen a ser, quizás, más fieles y transparentes sobre lo que hace cada uno de estos cargos.

En el caso de la nueva Vicedirección de Estrategia y Transferencia Científica, continuará la labor de la Vicedirección de Investigación, a partir de ahora con la investigadora Marta López Cabo al frente. Por otro lado, la vicedirección de Cultura Científica continuará, junto a su vicedirector, la labor ya iniciada para potenciar nuestro impacto social.

Las dos nuevas vicedirecciones adjuntas, con José M. Fernández Babarro al frente de Organización Institucional y Sonia Dios Vidal de Infraestructuras y Sostenibilidad, buscan repartir la carga de trabajo en un momento clave para el IIM. Por un lado, el Plan de Ciencias Marinas, que reforzará las relaciones con otras instituciones, y por otro, continuar con la digitalización y mejora de los espacios de trabajo, haciéndolos más sostenibles y justos, al tiempo que gestiona la construcción y traslado a una nueva sede.

Ambas responsabilidades conllevan una gran carga de trabajo que consideramos mejor repartir.

Finalmente, algo importante a destacar, en cuanto a la estructura de esta nueva etapa, es que trabajaremos para crear un verdadero Comité Científico Asesor Externo, que evaluará nuestra trayectoria, nuestra capacidad ser un centro de excelencia y asesorarnos en nuestra estrategia científica.

¿Qué mensaje te gustaría enviar a tu equipo y a todo el personal del IIM en esta nueva etapa que se está iniciando?

Me gustaría pedirle que sigan teniendo el entusiasmo que han mostrado hasta ahora por el trabajo que realizamos. A veces nuestra labor puede ser dura e inestable, pero aun así trabajamos en uno de los mejores centros de investigación europeos y tenemos por delante proyectos muy importantes e ilusionantes, que nos permitirán crecer y evolucionar, mejorar las condiciones en las que trabajamos y seguimos haciendo la ciencia marina más vanguardista, siempre con vocación pública.

También me gustaría transmitir que gran parte de esta evolución en la que confiamos desde el equipo directivo pasará por la colaboración de la presidencia del CSIC; no podemos hacerlo solos. Ciertamente, tras la visita de la nueva Presidenta a nuestro centro en agosto, nuestras sensaciones son muy buenas y confiamos en el buen hacer del nuevo equipo presidencial, pero nuestro personal y nuestra ciencia necesitan acciones concretas y reales.

Destacaría dos como acciones preferentes. En primer lugar, existe una necesidad urgente de mejorar la situación del personal del IIM (y de todo el Consejo). Tenemos uno de los RPT más bajos de todos los centros de investigación, especialmente del personal técnico de investigación y de gestión, quienes además sufren la falta de una carrera propia, una trayectoria profesional que reconozca todo lo que aportan a la ciencia de nuestro país con promociones y estabilidad. En el contexto de una enorme burocracia, muchas veces injustificada, a la que nos enfrentamos todos los días, tenemos que sacar a estas personas del estancamiento en el que se encuentran y motivarlas e ilusionarlas si no queremos quedarnos atrás. La ciencia es un trabajo de equipo.

También pediría apoyo y financiación en un proyecto estratégico para el CSIC y para Galicia como es el Campus Científico-Tecnolóxico do Mar y, dentro de él, la nueva sede del IIM. Necesitamos un aumento sustancial de los recursos financieros para este proyecto. Necesitamos dinero, vamos, para poder construir unas instalaciones donde quepa todo nuestro personal y donde podamos seguir creciendo con visión de futuro.

Con los fondos actuales, solo podemos aspirar a aumentar nuestra superficie en un 30%. El edificio actual en el que estamos ubicados, en Bouzas, fue diseñado para 150 personas y, en la actualidad, contamos con alrededor de 200 miembros en plantilla. La financiación actual nos obligará a mantener dos sedes, una en Bouzas y otra en Ríos, lo que, como ya he comentado, repercutirá muy negativamente en todo lo que podamos aportar a la ciencia marina y a la sociedad en su conjunto.

 

More